Isla De San Andrés
Monumento Natural «Isla de San Andrés»
La isla de San Andrés, junto con el pequeño islote que se encuentra en sus proximidades, fue declarada Monumento Natural en el 2003 por su valor geográfico y biótico (Boja del día 30 de septiembre del 2003: Decreto 250/2003, de 9 de septiembre) Sin olvidarnos de que la existencia de una necrópolis hispano-musulmana en su superficie le imprime un elevado interés patrimonial y cultural.
Incluida en los (LIC) Lugares de importancia comunitaria de Andalucía y situada en la antesala del Parque Natural de Cabo de Gata- Nijar, su cercanía a tierra firme (menos de un kilómetro) y su baja altura permite el asentamiento de nidos, y su aislamiento la convierte en un comedero tranquilo para gaviotas, charranes y golondrinas marinas.
El veto de pesca y su situación privilegiada frente a la Costa de Carboneras, hacen de ella un enclave que no puedes pasar por alto, además la diversidad y belleza de sus paisajes nos permiten realizar un gran número de inmersiones repartidas a lo largo de las más de 10 hectáreas de fondos volcánicos y praderas de posidonia.
Al tratarse de una isla, una de las caras siempre está protegida de la corriente, asegurándonos diferentes puntos de inmersión sean cuales sean las condiciones meteorológicas.
Desde la cota de 2 metros, hasta una profundidad de 30, la isla de San Andrés nos sorprenderá la abundancia y variedad de su vida.
Recorriendo sus paredes, descubrimos que están tapizadas de coloridos y exóticos invertebrados, entre los que destacamos las colonias de botones de oro, el falso coral y una gran variedad de nudibranquios.
A mayor profundidad comienzan a aparecer las gorgonias, grandesanémonas tubo y llamativas ascidias.
Entre sus grietas, que sirven de cobijo a innumerables especies, nos encontramos majestuosos congrios y morenas, numerosos meros, corvallos y falsos abadejos.
Ocultos en sus pulperas nunca faltan los expectantes pulpos.
Sobre las abundantes praderas de posidonia, grandes bancos de sargos, mojarras y obladas conviven tranquilos, mientras las activas serviolas, dentones, doradas y barracudas, persiguen sin descanso bolos de alevines que huyen con una gran coordinación.
El fondo arenoso se cuela entre las paredes y praderas formando lenguas donde podemos ver a las miméticas podas, los ocultos peces araña, congrios de arena, algún que otro pez golondrina o una veloz tembladera y por supuesto a las majestuosas águilas de mar..
Mirando hacia la inmensidad del azul, podremos observar a solitarios peces luna haciendo su ruta.